En verano pasamos mucho tiempo en piscinas y playas, por lo que la mayoría del día estamos descalzos, con sandalias o con chanclas de playa.
Sin embargo, los especialistas señalan que su uso excesivo puede ser contraproducente y, destacan, que hay variados efectos negativos en el uso continuo de chanclas de piscina o de playa.
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¿Por qué no es bueno usar continuamente chanclas de playa para mujer o para hombre?
Como acabamos de señalar, el uso frecuente de las chanclas de playa está asociado a problemas de salud de los pies, sobre todo, si no escoges los modelos adecuados.
Unas chanclas de mujer baratas pueden ser perfectas al momento de su compra por su precio económico pero, a la larga, puede generar daños en nuestros pies.
El Instituto para la Prevención de la Salud del Pie en Estados Unidos, mediante la Evaluación de la Salud Nacional del Pie, concluyó que el 78 % de los estadounidenses de más de 21 años tenían problemas debido al uso excesivo de las chanclas de playa.
Posibles lesiones al usar chanclas para la piscina
Aunque son frescas y mantienen el pie ventilado, las chanclas de piscina pueden producir diversas lesiones, no solo entre los dedos (a causa de su agarre), sino también en la planta del pie.
Esto es así porque la suela es muy fina y blanda, por lo que no amortigua el impacto de los pasos cuando caminas.
Por otro lado, no es complicado que te tropieces con las chanclas de piscina, haciendo que te dañes los dedos o las uñas de los pies, o peor aún el tobillo.
Asimismo, la parte de plástico de la chancla que se sujeta a tu pie puede causarte lesiones tales como rozaduras, quemaduras e incluso cortes, en algunos casos, sobre todo si son nuevas o si las llevas durante mucho tiempo.
Por eso, es recomendables evitarlas. Además, en el caso de tener hijos, es mejor que optes para ellos por otro tipo de sandalias que no sean unas chanclas de piscina para niños.
Usando chanclas de hombre baratas se altera la forma natural de caminar
Como la sujeción es poca, los dedos del pie tienen que hacer fuerza extra y tienden a contraerse o arrugarse para tener un mayor agarre al caminar.
Esto altera la forma normal en la que sueles andar y provoca cansancio en tus pies y gemelos. Es probable que notes tensión en el pie, especialmente en el área del tobillo.
Además, al ser una suela muy fina y plana donde el apoyo del puente del pie es poco, puede provocar, además de los síntomas anteriores, molestias en la cadera, las rodillas e incluso la espalda.
El uso de chanclas de playa puede estar relacionado con la fascitis plantar
El uso continuo de chanclas de piscina para mujer u hombre está asociado con la fascitis plantar.
Esta lesión consiste en la inflamación del tejido de la planta del pie, que produce rigidez en el talón y dolor y ardor en la planta del pie.
Los expertos comentan que la inflamación de este tejido fibroso, cuya función principal es dar estabilidad a los pasos que das, puede causar un dolor agudo que se intensifica al levantarte por las mañanas.
Al llevar toda la noche sin mover el tejido y sin ejercitar el músculo, será peor al inicio del día. Luego se irá reduciendo levemente la molestia.
Esta lesión se relaciona con el punto anterior, en el que comentábamos la forma antinatural de caminar con las chanclas de piscina.
Deformaciones en los pulgares
Aunque esto suele ser algo más extremo, también es posible que se sufran deformaciones en los dedos pulgares de los pies.
Ocurre debido al uso excesivo de chanclas, ya que la parte más externa del dedo (donde está la uña) aprieta hacia abajo para sujetar la chancla, mientras que la parte media del dedo se dobla hacia arriba.
A la larga, podría desembocar en problemas tales como tendinitis o dedos en garra.
Quemaduras en el empeine
Por último, recuerda que tus empeines pueden quemarse fácilmente con el sol. Estamos acostumbradas a echarnos crema por todas partes, pero es frecuente que se nos olvide hidratar y proteger la parte superior de nuestros pies.
Recuerda no solo utilizar crema para mantener suave e hidratada la zona de las plantas, sino también la parte del empeine.
Asimismo, el hecho de que la suela de estos zapatos sea tan fina, hace que tus pies estén más cerca del suelo y absorban más calor, lo que te hará sudar.
Además, les da el sol directamente y están al descubierto, lo que puede hacer que te salgan más fácilmente rozaduras y ampollas en los pies.
En definitiva, aunque es muy cómodo ir en chanclas de playa en verano, hay que tratar de limitar su uso y llevar, también, otro tipo de calzado.
Para disminuir los riesgos, escoge chanclas que se sujeten al tobillo y con suela gruesa y resistente que pueda amortiguar la pisada.
Además, intenta que no sean suelas totalmente planas. Así evitarás, en la medida de lo posible, que tanto tus pies como tus tobillos sufran las consecuencias.
Aun así, si sigues interesados en unas chanclas de piscina o de playa y quieres escoger un calzado de calidad, te invitamos a pasarte por el catálogo de nuestra web, Catchalot, y elegir la opción que mejor te parezca, ¡no pierdas la oportunidad!
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