Cuando llega el verano, no hay mejor calzado que las sandalias. Se trata de unos zapatos frescos y perfectos para el tiempo de calor y que, además, permite sacar a relucir tu belleza natural.
Sin embargo, es muy común sentir que no siempre se ajustan a tus pies como desearías. Frente a ello, te presentamos unos trucos para que no resbalen los pies en las sandalias con los que, con total seguridad, podrás disfrutar de ellas plenamente.
Sigue leyendo a lo largo del presente texto para conocer hasta 5 remedios sencillos que harán posible eliminar completamente los resbalones.
Tabla de contenidos
Los cinco trucos para evitar que digas «se me resbala el pie de la sandalia»
Quizás, el pensamiento más común que se tiene al llevar este calzado es el que gira en torno a no dejar de prestar atención a que «se me resbala el pie en la sandalia«.
Esto es una verdadera pena, pues todos sabemos que se trata de un producto cómodo, ideal para la época de verano.
Por ese motivo, vamos a poner a tu disposición 5 excelentes trucos
para que no resbalen los pies en las sandalias. Con tan solo aplicar uno o varios de estos, podrás decir «hola» a la total sujeción del pie en tus sandalias.
1. Plantillas para que no resbalen los pies
El primer truco al que tenemos que hacer referencia es, sin ninguna duda, el de la sujeción. Y es que, en el mercado, es posible encontrar plantillas para que no resbalen los pies, pues han sido específicamente diseñadas para ello.
Así, con tan solo adquirir unas plantillas para sandalias para que no resbale el pie que sean exactamente de tu talla, te despedirás para siempre de este problema.
Lo bueno de este producto, además, es que no tienes por qué utilizarlo en un único calzado, sino que puedes ir cambiándolas de uno a otro dependiendo de cuál te vayas a poner cada día.
2. Los polvos de talco
En segundo lugar, es oportuno referirte a un tipo de truco clásico, que lleva siendo utilizado desde tiempos inmemoriales: los polvos de talco.
Normalmente, es el sudor el causante de que las sandalias no se adhieran al pie de la manera que deseas, pues la humedad convierte su tejido en algo verdaderamente resbaladizo.
De esta forma, los polvos de talco proveen de sequedad y absorben plenamente el sudor.
Además, una segunda ventaja que obtendrás de ellos será el eludir el posible mal olor que se derive de la transpiración.
Con tan solo aplicar estos polvos sobre las suelas cada vez que te vayas a poner las sandalias, matarás dos pájaros de un tiro. Por un lado, los resbalones; por otro el mal olor derivado del sudor.
3. La cinta adhesiva de doble cara
Continuando con los trucos para que no resbalen los pies en las sandalias y al alcance de cualquiera, hemos de referirte a uno que es muy probable que todavía no conozcas, se trata de la cinta adhesiva de doble cara.
Te contamos como hacerlo:
- Cortas un trozo de cinta adhesiva de doble cara de aproximadamente 10 centímetros de longitud.
- Sitúas una de las partes adhesivas en la parte central de la sandalia, justo donde pones el pie.
- Te calzas las sandalias, y dejas que tu pie quede sujeto al calzado a través del efecto de la otra cara adhesiva de la cinta.
Este truco será todavía más efectivo siempre y cuando utilices algún tejido que recubra tu piel, como las medias. La cinta se adhiere todavía mejor a ellas.
4. Desodorantes antisudor
Te hemos comentado ya que la causa principal de que el pie no se quede bien sujeto a las sandalias es el sudor, pues ocasiona un estado de humedad que hace imposible que se desarrolle una correcta adherencia entre ellos.
En este sentido, al aplicar productos antitranspirantes, se alcanza un estado de sequedad lo suficientemente consistente como para que se produzca el mismo efecto que con los polvos de talco.
Desaparece por completo la humedad y, por tanto, se elimina tanto la parte resbaladiza como la maloliente derivada del sudor.
5. La laca
El último de los trucos lo hemos reservado a uno que pertenece a los más secretos remedios populares para este tipo de problemas. Consiste en la aplicación de cierta cantidad de laca en el interior de la sandalia justo antes de hacer uso de ella. Sí, como lo oyes, necesitas laca de pelo.
La has de aplicar en la sandalia, esperar unos minutos para que se seque plenamente y, justo después, introducir los pies.
Esto logra que se cree una pequeña capa que elude toda humedad y, por tanto, también cualquier resbalón.
En conclusión, ahora que ya conoces los trucos para que no resbalen los pies en las sandalias, es hora de que las saques del armario y te las calces durante el resto del verano.
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No le des más vueltas, ¡visítanos ya y comienza a disfrutar de tus nuevas sandalias sin resbalar!
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